La brillantez de TodoSomos está en la forma en que son capaces de humanizar una crisis de refugiados sin precedentes y al mismo tiempo ofrecer una forma tangible para que su audiencia interactúe con el material tanto a nivel emocional como intelectual.
Habiendo liderado proyectos humanitarios durante los últimos años a lo largo de la frontera entre Venezuela y Colombia, me ha sido imposible transmitir las miles de interacciones personales que he tenido con refugiados venezolanos que buscan una nueva vida en otro país. Si bien ha habido nobles intentos de la prensa por transmitir el lado humano de la crisis humanitaria que enfrentan los refugiados venezolanos, a menudo pueden recurrir a tropos cansados o, peor aún, alimentar una narrativa política más amplia.
TodoSomos ha encontrado una manera simple, pero muy innovadora, de permitir que las personas que enfrentan la crisis cuenten su propia historia con sus propias palabras. Lo que leemos a través de estos testimonios no siempre se ajusta a la narrativa más amplia que hemos llegado a creer, pero es real y le otorga dignidad y agencia al narrador.
Mi hija de nueve años y yo tuvimos el privilegio de participar en una lectura pública de historias y la experiencia nos impactó para siempre. Al ofrecer la oportunidad de compartir historias a través del teatro y lecturas públicas, TodoSomos pudo llevarnos de consumidores pasivos del material a participantes activos con los narradores.