Venezuela, un país lleno de riquezas, con paisajes hermosos, lugares impresionantes; cambió de la nada,
solo vemos como cada día nuestro país se desploma como lluvia del cielo, los venezolanos lloramos al
ver como se está acabando nuestro país. Solo Dios, nuestro Señor, sabe cuando va a parar todo lo que se
está viviendo en Venezuela. Me tocó migrar, salir, dejar a una madre, hermanos, una familia. Es duro
salir y buscar una vida mejor para nuestros hijos, corriendo el riesgo de perderlos en el camino. Llorar
de tristeza, sentir nostalgia por el proceso tan grande que pasamos los venezolanos al entrar a un lugar
totalmente desconocido, enfrentarnos al peligro, las estafas de muchas personas, mentiras, burlas;
algunos nos humillan porque somos extranjeros.
